miércoles, 19 de agosto de 2009

Carta pública de César Farías

Venezuela Rumbo al Mundial

En las semanas venideras vamos a tener la oportunidad inédita de pelear en las últimas fechas por la clasificación para un Mundial de Fútbol de Mayores, al mismo tiempo que competiremos por primera vez en un Mundial Sub-20. Las jornadas restantes contra Chile, Perú, Paraguay y Brasil, teniendo diecisiete puntos representa la oportunidad más cercana con la que ha contado el país en su historia. Por eso tomo este momento para reflexionar sobre su significado. También para convocar al país a unir fuerzas para lograr esa meta con la cual venimos soñando desde hace ya tiempo.

Hago este llamado público porque tenemos la convicción de que la Selección Nacional no es el resultado de las decisiones de un cuerpo técnico o el rendimiento de una alineación específica de jugadores, sino mucho más que eso.

La Selección Nacional es el resultado del esfuerzo sistemático y el trabajo de toda la comunidad futbolística y los deseos de todo un país. La Selección Nacional, en sus mejores momentos, debería ser el reflejo de lo mejor que nosotros como país podemos llegar a ser, de lo mejor que tenemos para dar.

Los que en un momento dado tenemos el honor de vestir con los colores de la Vinotinto lo hacemos con el enorme orgullo de representar a nuestro país, pero también con la conciencia del compromiso que eso significa. Lo hacemos sabiendo que a todos los que pasamos por allí nos corresponde apenas un momento en una historia que nos trasciende; que somos apenas el resultado de los esfuerzos de tantos jugadores del pasado y actuales que han luchado por construir una tradición futbolística en Venezuela; el resultado de tantos entrenadores que han recorrido este territorio cosechando el deporte; que luchamos gracias a la inspiración de tantos periodistas y fanáticos que nos siguen y alientan.

Somos los herederos agradecidos de todos los entrenadores como Walter ‘Cata’ Roque, José Julián ‘Pepito’ Hernández, Eduardo Borrero, Manuel Plascencia, Lino Alonso, Rafa Santana, Ratomir Dujkovic, José Omar Pastoriza y Richard Páez, sin quienes jamás hubiésemos podido llegar a donde estamos ahora. Y así, como en algún momento le hemos pedido a los equipos profesionales que nos ofrezcan apoyo, también somos conscientes de que le debemos el mayor de los agradecimientos por mantener con sus esfuerzos el desarrollo de los jugadores y de nuestros equipos.

Los logros que cada uno de los clubes han cosechado en estos años, indudablemente han servido de inspiración y formación en alta competencia para nuestros atletas. La Selección Nacional es también un tributo a todas estas personas.

Siendo conscientes de la cantidad y calidad de los esfuerzos y deseos acumulados en todos ellos, no podemos menos que sentir que este legado tiene un potencial inmenso, capaz de marcar una diferencia en los retos que enfrentamos en las semanas siguientes.

Así pues, es con estas convicciones que les invitamos a juntarnos todos en un mismo objetivo y sumar todas estas voluntades. Invitamos a todos los jugadores, cuerpos técnicos, dirigentes, periodistas y aficionados del país a que nos unamos para dar lo mejor de nosotros y formar un verdadero Equipo Nacional. En un momento en que el País atraviesa momentos de debates duros y en ocasiones desgarradores, hagamos de la Selección un lugar de encuentro nacional, un lugar que refleja no un grupo particular, sino lo mejor de todos los venezolanos.

No con eso queremos evitar la polémica, escudándonos tras el esfuerzo colectivo para evadir nuestras responsabilidades y hacernos ajenos a la crítica, acto por lo demás necesario para seguir creciendo. Sino que hay momentos para la crítica y momentos para empujar juntos. En noviembre, una vez que hayamos salido del campeonato clasificatorio para el Mundial de Sudáfrica y del Mundial Sub-20, habrá tiempo para sentarnos con calma, presentar opiniones, abrir espacio para el cuestionamiento, someter nuestra gestión a la revisión crítica.

Lo que pedimos es que esperemos hasta noviembre, para que septiembre y octubre puedan ser un tiempo de trabajo compartido. Para que sintamos que lo que sea que logremos en estas semanas venideras, en las que se tiene la posibilidad de escribir las páginas más memorables del fútbol nacional, sea el resultado de todas las almas venezolanas unidas en un solo esfuerzo.

Tengan la seguridad, que nosotros venimos trabajando para hacer una representación honrosa de esa comunidad de deseos. Agradeciéndoles por todo lo que nos han dado y de antemano por lo que nos pueden ofrecer, nos despedimos.

La Selección Nacional de Fútbol de Venezuela.

César Farías, Seleccionador Nacional.

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Debo decir que no entiendo muy bien la intención de esta carta. En principio me resulta desagradable, ya que Farías se pone a sí mismo en una posición de pedigüeño, que no corresponde a su rol de Seleccionador Nacional. Parece pedir que haga lo que haga de aquí a noviembre, no se le critique, cosa que me parece absolutamente fuera de lugar. El fútbol es absolutamente subjetivo, por lo que indiferentemente de tu prestigio, si estás metido en el mundo del fútbol, siempre recibirás tanto aplausos como críticas (y son muy específicos los casos en los que sólo recibirás uno de los dos, ya sea por lo terrible o lo bien que estás haciendo tu trabajo). Pareciera que el mismo Farías siente inseguridad cuando se le critica, cosa que sí me parece preocupante, ya que es una muestra de inseguridad en su propio trabajo. Uno puede tener diferencias con otra persona y aún así respetarla, si siente que esa persona está siendo fiel a sí misma, pero cuando esa persona parece ni siquiera mostrar seguridad en lo que hace, el respeto parece algo mucho más difícil de alcanzar.

La carta me dejó sorprendido, ya que aunque yo no soy seguidor de Farías (y siempre me pareció una mala elección el nombrarlo Seleccionador Nacional), al menos pensaba que él estaba siendo fiel a sí mismo. Por otro lado, me parece innecesaria, ya que creo que no hay nadie que deje de apoyar a la Selección, sólo porque difiera con su entrenador. Creo que la intención de esta carta era pedir a la gente que apoye a la Selección, y estoy seguro que eso no va a dejar de suceder (indiferentemente de quién esté al mando). Hacer críticas no es dejar de "empujar juntos", en todo caso, hacer críticas, es decir: "mira, si haces esto o dejas de hacer aquello, podríamos empujar mejor". Estoy convencido de que la crítica es muestra de que se está ahí, sintiendo la camiseta y no pienso que haya momentos en los que se debe criticar y momentos en los que no. La crítica aparece en el momento en que debe aparecer y considero que es fundamental en un proceso de crecimiento, como el que vive el fútbol nacional. Cuando se critica algo, es porque eso te importa, nadie pierde su tiempo criticando lo que no le interesa.

José Andrés Souki


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