viernes, 23 de octubre de 2009

La identidad y el crecimiento del fútbol nacional 2


Hace aproximadamente unos 9 años, un par de chamos con la ilusión todavía latente (característica de la edad) de llegar a ser futbolistas decidieron ir al Estadio olímpico de la UCV. El motivo parecía estar ligado a ir a ver a un tal Felix Hernández que volvía al país a vestir la camiseta del Deportivo Italchacao tras una extensa carrera en el fútbol uruguayo e inicios en el Flamengo de Brasil.

De inmediato ese equipo con un Leopoldo Jiménez muy lúcido, un joven y desequilibrante Castellín y un brasileño fuera de lote llamado André Gomes se adentró en la aún inmadura pupila de ambos. Ese mismo dia un miembro de los Ultra-azules nos hizo conversación acerca de un arlequín ¨muy pavo¨ y nos ofreció un redoblante y un par de papelillos para alentar al equipo.

La cercanía de la casa de Jorge al estadio nos hacía sentir mucho mas identificados con aquel equipo de franjas horizontales blancas y azules y sin darnos cuenta no faltábamos a un partido de Copa Merconorte ni de liga. El menosprecio hacia el fútbol en aquella época jugaba a nuestro favor ya que después de los partidos teniamos chance de bajar a las afueras del camerino y conversar con los jugadores.

Siempre recordaré como una semana antes de aquel 2-0 a Uruguay en el premundial 2002, nuestra conversación acerca de las expectativas del juego concluyó con un definitorio ¨Hay que ganarlo¨ de Luis Vallenilla Pacheco.

Aquel equipo que por diferencia de goles no pudo superar la pre-libertadores vendida a los mexicanos, que brindó tantas alegrías entresemana con demostraciones de buen fútbol en la Merconorte tuvo un par de torneos mas con algunos desacertados fichajes y con la posterior debacle monetaria del sustento del equipo: ¨Parmalat¨.

Enseguida el equipo lo compró ¨Savoy¨ que en intentos por atraer fanaticada aceptaba un envoltorio de algún chocolate de la marca para poder entrar al estadio. Situaciones deportivas llevaron al equipo a Segunda División y poco se supo hasta que al volver un par de años mas tarde a Primera el nombre fue cambiado a ¨Deportivo Italia¨.

La noticia nos dejó en el aire por bastante tiempo, ese vacio fue acompañado por un sentimiento esquizofrénico de la verdad poco conocida que ambos compartimos. Hace un año llamé a Jorge y le dije: ¨Quiero que lo sepas por mi y no por otros , he comprado la camiseta del Caracas F.C¨.

Ahora tocará ver la estadística, a ambos equipos les toca jugar en el mismo escenario de local en la Copa Libertadores con realidades distintas . Un club que a base de esfuerzo y tradición ha logrado acrecentar su fanaticada y el otro que sólo contará con la presencia de algún curioso que quiere ver como está jugando Gaby Urdaneta o es motivado por algún club argentino y carencia de ofertas de entretenimiento en su ciudad.

lunes, 19 de octubre de 2009

La identidad y el crecimiento del fútbol nacional

Hace pocos minutos leí una noticia, en la que se reseña algo que ya parece ser normal en el fútbol nacional: el posible cambio de nombre de un equipo. En este caso, el Unión Atlético Maracaibo (equipo que hace unos años logró armar una plantilla competitiva y que debido a problemas económicos, se hundió en el olvido).

Cambiarle el nombre a un equipo es probablemente uno de los errores más comunes en el fútbol nacional. Indiferentemente de las razones que lleven a que esto se haga, es seguro que no ayuda al crecimiento del fútbol nacional. El que era hincha del UAM, de repente ya no tiene equipo (cosa que es muy distinta a que su equipo esté en 2da, 3ra ó 25a división). Si tu equipo está en divisiones de ascenso, al menos todavía existe e inclusó estarán los más fieles, que seguirán yendo domingo a domingo al estadio. Claro, las personas que hacen estos cambios, seguro sean más empresarios que entendedores de fútbol. Seguro dirán: "no, pero los del UAM se harán de nuestro equipo y ya, no le pares" y, seguro, tal vez habrá algunos que sí, pero se perderá algo esencial en el fútbol: la identidad.

Mientras sigan apareciendo y desapareciendo equipos, como partidos políticos, seguirá habiendo esa masa gigante de personas que no siguen el fútbol nacional. Para que haya crecimiento, tiene que haber organización y eso es algo que falta, y a montones. ¿Quién va a querer seguir a un equipo sin saber si la semana que viene va a seguir existiendo o no?

Hace unos años, hablaba con Nico acerca del UAM y recuerdo que estábamos de acuerdo en que era un buen equipo, pero también dijimos que seguramente sería uno de esos equipo que de un día para otro desaparecen. Pues, lástima, parece que teníamos razón.

La noticia completa, aquí.